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El diablo y los hijos

“Aconsejo siempre a los padres que bauticen a sus hijos apenas nazcan. Que no dejen pasar mucho tiempo. El bautismo es un exorcismo poderoso. El bautismo expulsa al diablo. El diablo teme al bautismo".

"¿Por qué las madres de hoy no consagran también sus hijos a Nuestra Señora? Basta poco: una sencilla oración hecha por un sacerdote con esta intención. Todos los niños deberían ser consagrados al corazón inmaculado de María. Gozarían de una protección única".   

"Con frecuencia los muchachos son poseídos por el demonio si han sido anteriormente violentados por el padre. (…) Los padres tienen hacia sus hijos una paternidad también espiritual que las madres no tienen. Si un padre bendice a menudo al propio hijo, estas bendiciones tienen un efecto positivo, mucho más positivo que si la que bendice es la madre. Así, si un padre violenta al propio hijo, el efecto puede ser devastador".

"El diablo lo destruye todo y siempre busca oponer a los hombres unos contra otros. Y cuando logra poner al padre en contra de la madre, cuando logra dividir a las familias, alcanza uno de sus grandes objetivos. Porque el diablo sabe que dos progenitores que se abandonan provocan dolores y divisiones en todos los que están cerca de ellos, comenzando por los hijos".

"Si vuestros hijos escuchan música satánica, vigiladlos. Salvadlos para no tener que llorarlos una vez muertos. (…) Educadlos en la fe. Llevadlos a la iglesia también desde pequeños. Aunque lloren y corran por toda la iglesia. Llevadlos vosotros. Es por ósmosis como se educa en la fe".

"Y la televisión. No siempre las imágenes ayudan. Por el contrario, a menudo inculcan en los más pequeños la idea de que se es feliz en la vida sólo gracias al dinero, al sexo y al poder. Dinero, sexo, poder: los tres ídolos que Satanás más quiere. Y también está internet…"

"La noche es el tiempo del diablo. De noche él se mueve sin ser molestado y logra sembrar su cosecha de muerte. Es cierto que la noche no son solamente las horas sin luz. La noche es también la noche del espíritu. (…) Por eso es necesario confesarse con frecuencia. La confesión hace que el hombre vuelva a la luz. La confesión es más poderosa que el exorcismo."

"Le pido a los padres que oren mucho, ayunen, vayan a misa todos los días."

El último exorcista. Mi batalla contra Satanás

Padre Amorth - Paolo Rodari 

San Pablo

 

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