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Reyes Magos

Noche Santa, Noche Inmortal

Los niños entraron alocadamente llamando a su madre. Era el comienzo de las vacaciones de Navidad.

- ¡Mamá, mamá, mira lo que dice Marta, que nos van a traer regalos los Reyes Magos y Papa Noel! - Carlitos estaba visiblemente contrariado, conoce bien la opinión de sus padres sobre esto.
- ¡Pues así es en las casas de mis amigas!- protestó vivamente la niña, enzarzándose ambos hermanos en una inacabable discusión.

A Ana no le extrañó. ¡Cuántas veces en la puerta del colegio había escuchado a las madres hablar de lo bueno que era sustituir los Reyes Magos por Papá Noel para que así los niños disfrutasen de los juguetes durante todas las vacaciones en vez de al final!, ¡incluso que recibieren regalos los dos días para que tuvieren algo nuevo cuando se hubieren cansado de los primeros! Por fin consiguió calmarlos y sentarlos a su lado. Marta, ¡tan pequeña!, no podía comprender esto por sí misma. El fin de los regalos de Reyes es una confesión de amor. Un decir a los hijos: “te quiero mucho y reconozco en ti al ‘ser desvalido y frágil’ que es ’ser niño’, la necesidad de mi presencia ante tu precariedad”. Los Magos de Oriente en el Niño Jesús confesaron el ‘ser que es verdadero Dios y verdadero Hombre, Rey Eterno de los cielos y de la tierra, Creador, Señor y Redentor, Bondad infinita’, y, aun Chiquitín, Le adoraron y Le ofrecieron oro, incienso y mirra. Nuestra confesión de amor a un niño, por eso, va acompañada de un infantil obsequio. Con palabras muy sencillas, la paciente madre, intentó explicar todo esto a Martita, pero ella se sintió respaldada en su argumento.

-Y como yo he sido buena este año… ¡también se va a acordar Papá Noel de mí!, ¿verdad, mamá?- Daba la sensación de que para Marta este personaje era el cuarto rey mago que, con gorro rojo en vez de corona, se adelantaría para dejar los primeros regalos en las casas, ¡ya se encargaba la televisión de mantener el equívoco a través de mil anuncios…! Su insistencia indicaba que “merecía” muchos regalos, olvidando lo que Luis y ella les habían inculcado: generosidad y desprendimiento. Y lo más doloroso: daba de lado la Verdad de la Navidad, el Nacimiento del Hijo de Dios en pequeñez y en humildad como profetizaban las Sagradas Escrituras.

- Marta querida, tiene razón tu hermano, no basta con ser pequeña y buenecita si cedes al egoísmo y al capricho…, que eso es querer tanto regalo, hija. Has de ser lista, y lo eres, y sabes que en la Nochebuena Dios nace hecho Niño entre pajas y, días después, como tal se manifiesta ante los tres Reyes de Oriente para que todo el mundo lo sepa. Por eso ambas Noches son muy importantes y santas, donde el único regalo es el Amor de Dios. Papá Noel no existe, te lo he dicho más veces, es un personaje irreal, como el ratón Mickey, y si es el protagonista de la Nochebuena dejará de serlo el Niño Jesús y así, le arroja de su cunita y del portal de Belén, y de nuestras casas, y ¡hasta de nuestros corazones!, que llena con sus duendes, sus renos, su trineo… ¡sus regalos! Dime, ¿qué te parecería la Noche Santa sin Jesusito?; que los niños tuvieren que acostarse pronto y no pudieren cantar villancicos ante el Nacimiento, ¿recuerdas con qué ilusión lo hemos puesto entre todos!, ni ir a la Misa del Gallo, ni… La Navidad dejaría de ser la fiesta del Niño Dios para ser una fiesta más, como la de fin de curso, ¿qué dices, hija…?

La niña se puso seria; una lágrima rodó por su angelical mejilla, se abrazó a la madre y se arrebujó en su regazo. Había comprendido, de alguna manera, el Misterio de la inmortal Noche Santa. Ana no dijo nada, miró al cielo, besó su frente y la arrulló tranquilizadoramente tatareando un dulce villancico:

- Noche de amor, noche inmortal, de sutil claridad… Miles de ángeles cantando van: “gloria a Dios, gloria al Rey Celestial que ha nacido en Belén en esta noche de paz...- Pronto se le unieron las voces de los niños mientras se acercaba al portal con Martita en brazos… 
- Noche de paz, noche de amor… Ved que bello resplandor luce en el rostro del Niño Jesús, que en el pesebre del mundo es la Luz, Astro de eterno fulgor, Astro de eterno fulgor...